Guadalajara, Jal.- Un enfrentamiento a tiros ocurrido la noche de este sábado
en la colonia Nueva Santa María, dejó saldo de un agente de la Procuraduría de
Justicia del Estado muerto y cuatro civiles heridos.
La balacera se registró al filo del 20:30 en la calle Santa
Isabel al cruce con Santa Lucía, informaron policías municipales de la ex villa
Alfarera.
Los oficiales indicaron que el agente investigador asignado
al área de Homicidios Intencionales de la PGJE, César Uriel Álvarez Palomares,
y su hermano Humberto, de mismos apellidos, este último policía federal
establecido en el Aeropuerto de la ciudad de México, fueron atacados a tiros
cuando iban llegando a casa de un familiar, en el citado cruce.
Ambos viajaban en una camioneta Cherokee en color blanco,
conducida por César Uriel. Cuando iban llegando a la casa 254, unos sujetos que
estaban en la esquina gritaron: “Es él tírenle” al tiempo que uno de los
individuos sacó una pistola tipo revólver y disparó en contra de los hermanos
Álvarez Palomares.
Los ofendidos repelieron la agresión. El policía federal se
refugió en la vivienda de su familiar. Los agresores, uno de ellos identificado
como “El Galo”, también se metieron a la casa con la intención de matar a
Humberto, al que le quitaron su pistola, pues la que ellos habían utilizado se
había quedado sin municiones, y con el arma de fuego de Humberto intentaron
quitarle la vida, pero a dicha arma también se acabaron los tiros, motivo por
el cual los agresores lo golpearon e inmediatamente salieron de la finca.
Afuera de la vivienda quedaron cuatro hombres heridos, dos
de ellos identificados como los agresores –uno de ello “EL Galo”-. A poco menos
de 10 metros de la entrada de la casa, quedó la camioneta Cherokee chocada
contra una piedra y con cinco impactos de bala en el parabrisas: en su interior
el cadáver de César Uriel, sentado en el asiento del piloto.
Tres de los cuatro heridos fueron llevados a la Cruz Roja
Toluquilla, y el último a la Cruz Verde de Tlaquepaque.
En la escena del crimen se localizaron 15 casquillos
percutidos de calibre .9 milímetros y calibre .40, así como una pistola calibre
.9 milímetros, pues la calibre .40, del policía federal, se la llevaron los
agresores que escaparon.
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