Por Daniel Ontiveros
Una cosa son las acciones que realiza el presidente, que tiene la aprobación de la mayoría, y otra muy distante la que hace el superdelegado en Jalisco.
Polémicas, radicales, pero a fin de cuentas aprobadas. Así son percibidas las decisiones del presidente Andrés Manuel López, desde que inició su presidencia, y también la mayoría pensó que los superdelegados que tiene en cada estado, iba a seguir la misma tendencia.
El superdelegado, que es la persona designada por el presidente para administrar los recursos federales en cada entidad federativa, ha comenzado a tener problemas. En San Luis Potosí, esta figura tuvo que ser inhabilitada después de que se comprobaron actos de corrupción, en Monterrey, la superdelegada se topó con El Bronco, donde tuvo que apegarse al gobernador para poder trabajar en paz.
En Jalisco, el super delegado Carlos Lomelí, arrastra varios asuntos. Uno de ellos fue el escándalo de supuesto fraude de compra de medicamentos del IPEJAL de una empresa donde el era accionista, y la otra, la ríspida relación que ha tenido con el ahora gobernador, Enrique Alfaro.
Aunque a nivel nacional, Morena está muy bien parado, Jalisco se debe medir con una vara aparte, y es que Alfaro es a nivel nacional (aunque a muchos no les guste), la oposición más férrea que tiene ante cada acción el gobierno federal, ya que el gobernador no se mide en emitir declaraciones ante cualquier acción que cree afecta los intereses de Jalisco.
El detalle es que así como son aprobadas las decisiones del presidente de México, así también son aprobadas las decisiones del gobernador por parte de la mayoría de los jaliscienses, donde fue el mismo pueblo quien eligió a los dos, pero que en la práctica parece que tienen ideas antagonistas.
Con la reciente visita de Lomelí a Zapotlanejo, donde anunció que iban a ser entregados 3.5 millones de pesos en programas sociales, y Zapotlanejo era prioritario para el combate de robo de combustible, provocó más una ola de críticas que de aprobación, esto por retirar recursos a becas para estudiantes y desviar los apoyos bajo la consigna de evitar el robo de combustible.
Aquí no funcionó este plan, y lo mejor hubiera sido que Lomelí haya anunciado que los apoyos entregados son de varios programas sociales por parte del gobierno federal, que incluyen becas, apoyos de tercera edad, discapacidad, para jóvenes y que Zapotlanejo fue de los primeros beneficiarios para prevenir en lo posible que las personas roben o compren combustible ilícito.
El error de Lomelí es creer que AMLO tiene la absoluta aceptación, y aún no le cae el veinte que en Jalisco, él perdió y la mayoría apoya las decisiones el gobernador.
Seguimos en el mismo contexto, o está uno a favor o en contra de AMLO.
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