Era cuestión de tiempo para que en México ocurrieran hechos tan imposibles de creer: un tiroteo en una escuela, tal y como ocurre desde hace varios años en Estados Unidos. Se dijo una y mil veces que México debía tomar medidas para impedirlo, y como siempre, se hizo caso omiso.
Un niño de 12 años llevó dos armas a su colegio en Torreón, Coahuila, matando a su maestra, hiriendo a 4 alumnos y un profesor a tiros. Al final, el alumno se quitó la vida a un costado de la maestra.
Según relatan varios medios, José Ángel "N", quien cursaba el sexto grado del colegio Cervantes en Coahuila, les dijo a sus compañeros "hoy es el día", pidió permiso para ir al baño donde se quitó el uniforme, se puso un pantalón negro y una camiseta con letras de "Natural Selection" (nombre de un videojuego). Al salir del baño, le disparó a la maestra que iba a buscarlo porque no regresaba a su salón, además a otros 4 alumnos y otro profesor, para después quitarse la vida.
Según los relatos de autoridades locales y varios medios, José Ángel, intentó replicar la Matanza de Columbine .
Salió a relucir que José Ángel vivía con sus abuelos; la clara influencia del videojuego que trata de una guerra entre humanos y alienígenas, y que el colegio no revisó la mochila del estudiante.
Ahora es cuando se preguntan, cuál era el contexto en el que vivía José Ángel, por qué nadie notó un comportamiento diferente del menor, el por qué se le permitió jugar algo tan violento sin ninguna supervisión. Debió dar alguna señal de que algo malo ocurría, pero nadie lo notó.
Ahora si como dice el dicho, después de ahogado el niño a tapar el pozo, y lo primero que van a hacer es que las escuelas van a revisar las mochilas, pero están dejando de atender lo importante, la salud mental de los estudiantes, porque esto refleja todo lo que se está dejando de hacer en el desarrollo de los niños en México.
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