Víctor Ontiveros/Portal Zapotlanejo/29 de noviembre de 2020
Pocas veces salgo a comer a la calle, el día jueves fue una excepción a insistencia de mis hijos, la invitación a degustar unos platillos en un restaurant en Tepatitlán, nos llevó a Don K.
La idea era conocer los platillos y el lugar.
Al principio me imaginé que sería un restaurant más, con servicios similares a los ya conocidos, pero desde que llegamos la percepción cambió. La atención del capitán de meseros, de una de las administradoras, y de todo el personal era diferente, un trato muy amable.
El servicio, la limpieza, las medidas sanitarias ante la contingencia, eran de verdad excelentes, lo que provoca en los presentes una sensación de seguridad y de comodidad que son realmente agradable, pero lo mejor estaba por venir y que era lo principal, el menú.
La entrada con un consomé de un sabor no muy fuerte, pero sí delicioso, seguido por platillos donde no pueden faltar unos camarones, en este caso enchipotlados y un salmón zarandeado que serían pocas las palabras para describir los sabores que se combinan, simplemente deliciosos.
Para cerrar nos premiaron con un volcán de chocolate que puso final a una excelente tarde donde nos vino a la mente tratando de ubicar un lugar similar en la zona donde uno pudiera comer de esta manera, no logrando ubicar muchos lugares con tanta calidad en su servicio.
De reconocer el esfuerzo que este tipo de empresas como Don K que brindan este tipo de servicio a sus clientes a pesar del golpe económico que ha dejado esta pandemia, y pone de manifiesto el empuje y tenacidad de este tipo de empresas posicionándose en una de las mejores de la región.
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