Por Daniel Ontiveros
El dicho es: en Zapotlanejo existe mucho trabajo, pero los bajos precios están ahorcando a los pequeños talleres, y han tenido que ajustarse a lo que hay.
La mayoría de los talleres que confeccionan ropa en el municipio son pequeñas empresas familiares, donde las mujeres han optado por convertir en empresa su casa. Compran máquinas y hacen un espacio para ponerse a "maquilar", y contratan a las vecinas para confeccionar.
Pero la mayor queja de estos micro negocios es que el pago por prenda desde hace más de 10 años no ha variado mucho, incluso se paga menos el precio por prenda fabricada, y es tan variada la cantidad de dinero que se paga, que lo único seguro para generar algo de utilidad es producir lo más posible en el menor tiempo.
En fechas recientes han entrado talleres foráneos buscando nuevos clientes en Zapotlanejo, que no exigen mayores precios, y tienen una estrategia que no han logrado encontrar los pequeños talleres: entregar a tiempo y en forma, y al precio que le establezcan, sin negociar, porque ellos ganan por volumen y tienen un ejército de empleados listos para producir.
Los maquileros locales se han intentado sentar con las empresas que les mandan a hacer las prendas para que les paguen los que ellos consideran justo, pero han conseguido nada, porque en estos momentos existe mucha oferta de maquileros.
El panorama ha dado un giro muy brusco, se pasó de ser un punto donde entraba la ropa directamente de China ya fabricada e incluso etiquetada para la venta, y Zapotlanejo se está convirtiendo en un centro maquilero de grandes marcas de tiendas departamentales.
La presión sobre los precios viene desde el cliente inicial, quien oferta mucha producción que paga barato y a las empresas no les queda más tomar la opción menos mala, lo que recae en los pequeños maquileros que también se les debe pagar poco.
En resumen, China es un fuerte competidor en proveer materia prima barata, prendas terminadas baratas. Zapotlanejo está volviendo a renacer como un centro de producción del vestir, pero se está dejando a un lado la calidad para ajustarse al precio que se paga en todos los que intervienen en la cadena de producción.
Se está jugando algo muy riesgoso, producir mucho, dejando a un lado la calidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario